Algo más que un curso
Como os recordaba en el primer post, mi entrada al curso de marketing digital y comercio electrónico marcó un antes y un después para mí. La intensidad de aquellas semanas me dejaron grandes amistades personales y profesionales. Nombres como Raúl, Inma, Juan, Sonia, Nacho, María, David, Nahime, Raffaela,..forman parte de mi vida y eso es quizá lo más importante, más allá de lo que aprendas, que en este caso fue mucho también. Punto y aparte para mi profesor, Jesús Manuel, gracias por todo lo que aprendí.
Aprendí todas las áreas del marketing digital y comercio electrónico a nivel general. Por fin tenía unas bases teóricas para saber manejarme en las redes sociales y así, decidir mi camino como Community Manager. Todo el contenido aprendido me ayudó también a potenciar mi blog y, a encaminarlo al área de las redes sociales y el marketing digital. Un medio que aportase valor a los lectores sobre todo, era mi medio y mi tarjeta de presentación en aquellos inicios.
Tras varias semanas, nos dedicamos en parejas a un proyecto final de curso en el que teníamos que mostrar todos los conocimientos aprendidos en un caso en concreto. Mi pareja fue Inma Espizua con la que trabajé muy duro. Sacó lo mejor y lo peor de mí y eso, pocas personas lo han hecho y, el resultado fue muy positivo. Disfruté mucho la experiencia y el día de la exposición sentí que cada día me gustaban más las redes sociales y el marketing digital.
El aliciente del curso eran unas prácticas laborales a través del Ayuntamiento de Vitoria Gasteiz que en mi caso, decidí buscarlas por mi cuenta. Si iba a poner mis conocimientos en una empresa, al menos quería hacerlo en la que yo quisiese. Tenía la teoría que si encontraba el lugar donde cubrir las necesidades en materia de redes sociales, es probable que habría una oportunidad en forma de contrato laboral.
Estuve semanas investigando varios sectores por la red y entre ellos, me fije en el Grupo Xabide Fideliza. Tenían presencia en las redes sociales aunque era susceptible de ser mejorable y ahí es donde ví la oportunidad. Iba a proponerles directamente hacer mis prácticas laborales con ellos. Me reuní con Onofre Vicente y Joseba Ruiz de Arbulo para comentarles mi propuesta. Estaba con un chispa que no os podéis imaginar, el acuerdo fue inmediato.
Sin embargo, cuando estás sin curro, tus tiempos no van como el resto del mundo, incluso aunque sean unas prácticas.
Fueron semanas de espera muy largas y lo que aprendí fue a tener paciencia. Cuanto más ansiedad tuviera más me iba a perjudicar a mí mismo y debía aceptar las cosas tal y como eran. Soy consciente que no es fácil decirlo y ponerlo en práctica pero la experiencia me ha enseñado que es mejor ir así que dar la sensación de estar desesperado. Uno empieza a creer que la situación es desesperada cuando cree que es desesperada. Es un matiz que espero que os ayude en estos momentos difíciles para todos, yo el primero.
Las prácticas llegaron casi en vísperas de Navidad con la gente pensando en disfrutar de unas fechas muy especiales, para mí también lo eran. Había logrado comenzarlas antes de acabar el año, era un golpe anímico muy positivo para mi autoestima. Me pasaba las horas delante de un ordenador analizando, trasteando y de vez en cuando, preguntando dudas que me surgían. El tiempo se iba volando cada día y tras una semana me fui de vacaciones como el resto de la empresa.
Aquellas navidades decidí correr por primera vez la San Silvestre, tenía ganas de probar una de las actividades que hay más chulas en esas fecha y allá que fui. Disfruté como un enano corriendo aunque me quedé algo frío al final. No le dí mucha importancia en aquel momento y comencé el año con ganas de volver a trabajar. Lo que podía ser una simple gripe acabó convirtiéndose en algo más…..
Continuará
PD: Cada entrada de esta sección irá acompañada de una canción, esta semana os incluyo “Más de cien Mentiras” de Joaquín Sabina
Etiquetas:community manager, grupo xabide fideliza, inma espizua, onofre vicente, un cm en casa
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